El alquiler con opción a compra es un modelo de arrendamiento que ofrece la posibilidad de comprar la vivienda después de residir en ella durante un periodo de tiempo. Esta forma de alquiler de vivienda no es muy conocida. Sin embargo, ofrece numerosas ventajas tanto para el propietario como para el inquilino.
Gracias a este tipo de contrato es posible acceder a una vivienda de alquiler y tener preferencia sobre otros compradores en el momento de la venta. Muchas personas pueden beneficiarse de esta posibilidad cuando desean comprar una casa pero en este momento no disponen de ahorros o de financiación.
¿Cómo funciona?
Cuando un propietario y un arrendatario llegan a un acuerdo de alquiler con opción a compra, en el contrato se incluyen las condiciones de las dos operaciones, del alquiler y de la compra.
Desde 2013, con la entrada en vigor de la nueva Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la duración de los contratos de alquiler se puede pactar libremente entre las partes. No obstante, la misma ley indica que el contrato se prorrogará obligatoriamente hasta una duración mínima de tres años, a no ser que el inquilino manifieste, con 30 días de antelación, su voluntad de no renovar.
En un contrato de alquiler con opción a compra, el arrendatario o inquilino tiene preferencia para la compra de esa vivienda a lo largo del periodo de alquiler pactado. En el documento se indica el precio de venta del inmueble, el importe de las mensualidades y la cantidad que se descontará en caso de producirse la compraventa. Se puede descontar del precio de venta la totalidad o una parte de las mensualidades.
La duración del arrendamiento puede coincidir o no con el plazo estipulado para optar a la compra de la vivienda. Además, se debe indicar en el contrato si la opción de compra se puede hacer efectiva en cualquier momento o si debe pasar un tiempo mínimo de alquiler. Estos aspectos se deben acordar entre propietario e inquilino.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que en el alquiler con opción a compra no se entrega aval y fianza. En el alquiler habitual estas cantidades se devuelven al finalizar el contrato. Sin embargo, el dinero que se da por adelantado en el alquiler con opción a compra se pierde si no lleva a cabo la compraventa.
Ventajas del alquiler con opción a compra
Esta modalidad de alquiler tiene numerosas ventajas tanto para el propietario de la vivienda como para el inquilino que desea comprarla en el plazo estipulado.
El propietario de la vivienda obtiene una rentabilidad hasta que llega el momento de la venta. Además, la cantidad de dinero entregada al firmar el contrato es el equivalente a un adelanto por la compra, puesto que si no se lleva a cabo, el dinero no se devuelve al inquilino. El arrendatario cuidará la vivienda como si fuera suya, puesto que quiere ser el nuevo propietario.
El inquilino tiene un plazo de tiempo para ahorrar antes de la compraventa. Además, el dinero entregado por adelantado no se pierde. Es parte de la inversión. Mientras habita la vivienda, puede conocer sus ventajas e inconvenientes e, incluso, anticipar las reformas que necesite.
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