¿Quieres comprar un sofá y no sabes cuál elegir? El sofá es el elemento central del salón, no solo porque define su estilo decorativo sino porque es el lugar donde pasamos más tiempo cuando no estamos trabajando. Un buen sofá no solo debe ser bonito. También debe ser cómodo, práctico y duradero.
En efecto, el sofá ideal debe cumplir muchos requisitos. Además de ser confortable y resistente, debe encajar con el espacio disponible y con el estilo de tu salón. La oferta es tan variada en cuanto a precios, diseños y tapicerías que puede llegar a ser complicado comprar un sofá a la primera.
Aquí tienes las claves para que puedas elegir tu sofá ideal.
Las dimensiones: ni grande ni pequeño
Las tiendas de sofás son enormes, tanto que todos los muebles expuestos nos parecen pequeños. Antes de buscar un modelo, mide bien la zona donde lo quieres colocar. Ten en cuenta, además de la longitud, la altura y el fondo. Estas últimas dos dimensiones son muy importantes si lo vas a situar debajo de una ventana o si lo quieres con asientos extraíbles o con chaise longue. Si estás pensando en comprar un sofá cama, también debes tener en cuenta el espacio que ocupará la cama abierta.
Para que el sofá quede holgado, debe tener al menos 30 centímetros libres a cada lado para poder pasar cómodamente.
La comodidad: probar antes de comprar un sofá
No te cortes y prueba el sofá en tu tienda. Vas a pasar muchas horas sentado en él y la comodidad es esencial. Cada persona tiene una estatura, un peso y una constitución diferente, por lo que la comodidad es un factor muy subjetivo.
Comprueba que es blando en la zona lumbar y que se adapta a tu peso sin hundirse. Al sentarte, la cadera debe formar un ángulo recto con las rodillas y conviene que los reposabrazos estén a la altura del codo. Y, si tiene asientos reclinables o extraíbles, prueba estas posiciones en la tienda.
La resistencia: materiales de calidad y duraderos
Lo que no se ve es más importante, si cabe, que el estilo o la comodidad. No te dejes guiar por un diseño a la última o por un precio de escándalo. Si quieres comprar un sofá que dure en buen estado por muchos años, pregunta al vendedor por las características técnicas de los materiales.
La estructura es el corazón del sofá, lo que da cuerpo y forma a la pieza. Según el tipo de material, será más robusto, cómodo y duradero.
Los sofás con estructura de madera maciza son muy robustos y no se deforman con el uso. Cuanto mayor sea la calidad de la madera y su tratamiento, mayor será el precio del mueble pero también lo disfrutarás por más años.
Las estructuras de metal resisten bien las mudanzas y traslados. El aluminio es material habitual en los mecanismos del sofá, ya que es ligero y resiste a la corrosión. Si vives en una zona con mucha humedad, como Asturias, recuerda que una estructura de hierro puede oxidarse con facilidad. Si el sofá es muy económico, puede que tenga una estructura de aglomerado de madera, un material con menor vida útil.
El otro clave es el bastidor o esqueleto del asiento. Lo habitual es que los bastidores formados por cinchas elásticas entrecruzadas. Para que ofrezcan buena calidad deben tener una garantía de 10 años.
El relleno también es importante. El del respaldo suele ser de pluma, fibra hueca siliconada o espuma HR (alta densidad). El asiento suele ser de gomaespuma HR. Descarta un modelo con asientos de densidad inferior a 30 kg/m2 si buscas durabilidad.
Por último, la tapicería, además de encajar con la decoración de tu salón, debe ser resistente y fácil de limpiar. Hoy día, la mayoría de modelos son desenfundables o están tapizados con tejidos antimanchas.
Y ahora, ya puedes buscar el sofá de tus sueños y disfrutar de él por muchos años.