En esta segunda parte del post “Pintar tu casa como un profesional y ahorrar dinero es fácil con estos consejos” hablaremos sobre cómo elegir el color de las paredes en función del ambiente que queramos crear y según el color de los muebles.
El color transmite sensaciones e influye en el estado de ánimo, por lo que dependiendo de la paleta que elijamos, conseguiremos determinados efectos en una habitación.
Colores, tonos y gamas cromáticas
El mundo del color es mucho más complejo de lo que puede parecer a simple vista. No vamos a hablar de cuestiones técnicas pero conviene saber que el color se define en función de sus cualidades: tono, brillo, luminosidad y saturación.
- Tono. El tono o matiz es lo la cualidad que nos permite diferenciar un color de otro.
- Saturación. Hace referencia a la pureza del color respecto al gris. A mayor saturación, menos cantidad de gris tiene.
- Brillo. Es la proporción de luz que es capaz de reflejar una superficie.
- Luminosidad. Es la cualidad de la luz para reflejarse en una superficie con respecto a otra blanca o negra.
- Gama cromática. La gama cromática es una escala de color, desde su tono más oscuro hasta el más claro. Por ejemplo, la gama cromática del negro va desde el negro más intenso hasta el blanco puro, pasando por todos los tonos de gris.
Las gamas cromáticas pueden ser frías, cálidas o templadas. Los colores cálidos (rojos, naranjas y amarillos) se asocian con fuentes de calor y se consideran estimulantes y alegres. Los colores fríos (azules, verdes y violetas) se asocian con entornos naturales como el mar y se consideran relajantes. Los colores templados se obtienen de la mezcla de un tono frío y uno cálido (por ejemplo, las diferentes combinaciones de amarillos y verdes).
Cómo elegir el color de las paredes
Elegir el color perfecto depende varios factores, como el uso de la estancia, la cantidad de luz natural o el color de suelos y muebles. Todos estos elementos influyen en la percepción del tono.
Aquí tienes algunos trucos.
- Pisos pequeños. Si tu casa es pequeña, es mejor elegir el color de las paredes en un tono suave para potenciar la luminosidad y conseguir que parezca más grande. Los tonos cálidos producen sensación de acercamiento y los fríos, al contrario.
- Pasillos. Para crear sensación de espacio en los pasillos, los azules, malvas o grises muy suaves quedan perfectos. Si quieres dar un toque de calidez, opta por los tonos arena. Los tonos oscuros, mejor para salones grandes y lofts.
- Regla del 60-30-10. Según esta regla, empleada para combinar colores interiorismo, el color principal debe ocupar el 60% de la estancia; el color secundario, un 30% y el 10% restante se reserva para un color de acento en los detalles.
- Techos. Si quieres que los techos parezcan más altos, píntalos de blanco o crudo y las paredes en un tono que contraste. Por el contrario, si los techos son altos, un color cálido hará que parezcan más bajos.
- Realzar y camuflar. Con la pintura puedes acentuar o camuflar los detalles de tu casa. Por ejemplo, para que tu suelo de madera destaque, debes elegir el color de las paredes en tonos neutros o fríos; si el pasillo es muy largo, pinta la pared del fondo en un tono intenso; si tus muebles son claros, emplea un color más oscuro en la pared. O puedes separar visualmente dos espacios (por ejemplo, en un piso con cocina americana) empleando colores diferentes en cada zona.
Esperamos que estos consejos te hayan sido de utilidad para acertar al elegir el color de las paredes. También puedes consultar las últimas tendencias en decoración para tener una casa a la última.